El cine de sensaciones, contemplativo, personal y excéntrico, no es plato para todos los gustos, de ahí que “The Neon Demon” despierte filias y fobias a su paso. Se notó en Sitges y más recientemente en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, donde dividió a la platea. No dejar indiferente al espectador ya es una virtud en los tiempos que corren y Nicolas Winding Refn no se corta un pelo a la hora de invitar al público a participar en un ritual que puede no ser de su agrado. Su última propuesta nos sumerge en un aquelarre contemporáneo, en una fábula caníbal, en un cuento de brujas, en un festín de vampiras en la era Instagram. Con maestros del giallo como Darío Argento y Mario Bava en el disparadero, el notable cineasta europeo describe un Los Ángeles quirúrgico, donde el exterior triunfa por encima del interior y el aspecto físico abre puertas mientras irse de al lengua las cierra. El mundo de la imagen, el cine y la publicidad, son diseccionados a conciencia con cierto delirio. Una modelo escandalosamente joven llega a la ciudad para comerse el mundo, aunque puede ocurrir al revés. A una hipnótica Elle Fanning le secundan Jena Malone, musa donde las haya, Keanu Reeves y Christina Hendricks. Delicatessen.

(Del suplemento GPS de El Correo)