Es una de las últimas sensaciones de Internet, ahora que el término youtuber está en boca de todos. Sin embargo, Esty Quesada, alias Soy Una Pringada, veinteañera temprana de Barakaldo, huye de etiquetas y en las revistas de tendencias ya le han tachado de “antiyoutuber”. Adicta al reality televisivo “RuPauls Drag Race”, que influye en su filosofía de vida, ha saltado de la red a otros medios, va ganando un nombre como DJ en salas reconocidas, entre ellas Razzmattazz de Barcelona o el Shake! de Bilbao, hoy viernes 16 de diciembre estará por partida doble en la presentación en Bilborock de las jornadas Tracking Bilbao que tengo la suerte de coordinar junto a Caostica, dedicadas a creadores emergentes que se dan a conocer gracias a las nuevas tecnologías. El humor ácido y el fervor por tótems de la cultura basura como John Waters guían a esta inusual creadora de contenidos de verborrea encendida cuya cifra de seguidores no para de crecer. “Antes de que los demás te insulten, insúltate a ti misma y échate encima todas las barbaridades que te imagines que te pueden decir”, argumenta sobre sus populares videos, donde no deja títere con cabeza, empezando por sí misma. “Eso les quita el poder de la ofensa y más importante, de hacerte daño. ¿Por qué no aceptarlo y gritarlo a los cuatro vientos antes de que otra persona lo haga? También es un signo de seguridad. En cuanto superas tus complejos eres libre del todo”.

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-¿Qué te llevó a colgar videos en la red contando tus historias?

He crecido en el mundo de internet y siempre me ha fascinado. Quería ser parte activa y simplemente soltar mis chorradas. No tenía intención de conseguir nada, pensé que ni mis propios amigos verían mis vídeos.

-Ahora todo el mundo quiere ser youtuber, ¿tan rico te haces?

Para nada. En mi caso tengo un canal pequeño en comparación a los más famosos de YouTube España y gano 50 euros al mes, con suerte. Eso teniendo 23.000 suscriptores y 2 millones de reproducciones. Donde realmente está el dinero es en las actividades que te salen a partir de tu presencia en Internet. Por ejemplo, pincho en bares y discotecas, trabajo en Vodafone Yu como colaboradora y de vez en cuando me llaman para que hable en eventos como Tracking Bilbao.

-Tienes que saber moverte fuera de la pantalla.

Claro, si realmente quieres hacerte un nombre y vivir de tu persona tienes que valer. Si te ofrecen algo en el mundo del entretenimiento y se dan cuenta de que solo funcionas leyendo cosas de un guión que has tardado cuatro días en escribir, igual es que solo sirves para ser un personaje prefabricado que sube vídeos a la red.

-Da la sensación de que lo que triunfa en Internet no se distancia tanto de la televisión como nos quieren hacer creer. Algunos youtubers son el nuevo Sálvame.

El problema es que cuando nadie se tomaba internet en serio, la gente era sincera con su contenido. Ahora que los peces gordos se han dado cuenta del gran negocio que hay todo el mundo quiere coger tajada de esto. Valgas o no. Te guste lo que haces o no. Las grandes marcas se rifan al bufón de turno y la calidad de lo que subes es algo secundario. Youtube se ha llenado de la misma idea basura hecha por 500.000 personas. Y si no me creéis, buscad “probando chuches japonesas” en youtube y fijaos en los 21.500 resultados que salen, y eso solo en español. Algún día la gente se cansará de ver tantas tonterías y entonces se verá quien realmente vale y quien no.

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-¿Consideras que tienes un sentido del humor excéntrico?

Depende de las referencias cómicas que tengas. Si te ríes con Ricky Gervais o David Suárez y te gustan las sitcom tipo The Office, Jamie Private School Girl o Paquita Salas, me pillarás enseguida y mi humor te resultará familiar. Si te atragantas de la risa con Ocho Apellidos Vascos y Gym Tony, pensarás que soy una completa psicópata.

-¿Por qué te consideras una pringada? ¿Vende humillarte a ti misma?

No es un tema de vender o no. De hecho, soy muy distinta del prototipo de youtuber típico. Si me hubiese hecho el canal para triunfar, ahora estaría probando chuches japonesas y no contando cuando me bajó la regla con 12 años en mi penoso campamento. Por una parte, el humor del autoinsulto me parece lo más maravilloso que hay. Y por otra, lo de humillarme a mí misma es algo que siempre he hecho de una manera u otra. Ya fuese para esconder mis inseguridades o por el humor en sí. Antes de que los demás te insulten, insúltate a ti misma y échate encima todas las barbaridades que te imagines que te pueden decir. Eso les quita el poder de la ofensa y más importante, de hacerte daño. He vivido toda mi vida rezando a todos los dioses para que cuando pasase por al lado de un grupo de adolescentes no gritasen “gorda”. Y cuando lo hacían era como si me clavasen una puñalada en el estómago. ¿Por qué no aceptarlo y gritarlo a los cuatro vientos antes de que otra persona lo haga? También es un signo de seguridad. En cuanto superas tus complejos eres libre del todo. La mayoría de las veces lo único que nos separa de cómo realmente queremos ser somos nosotros mismos. Soy gorda y una completa freak. Es que no me queda otra más que aceptarme a mí misma. Es eso o tirarme de un séptimo piso.

-No seamos catastrofistas. ¿Cómo ideaste tu look?

Desde niña me he inclinado por lo oscuro y por la extravagancia. Una vez pasada la fase de querer encajar, pude desatarlo todo. Empecé por el rollo emo y luego tonteé con el grunge. Ahora llevo un look ecléctico. Mi clave es pasarme horas rebuscando en tiendas de segunda mano. Puedo combinar un chándal del Primark con unas plataformas de diez cm sin pestañear. Tengo influencias grunge, de la cultura drag queen, club kid, punk, de Marilyn Manson, Robert Smith, el cine independiente… El maquillaje es una pasión reciente que tengo y me gusta usarlo para hacerme parecer lo menos humana posible. No me interesa ser una persona, eso está muy visto. Quiero ser una fantasía. Como dijo La Agrado en “Todo sobre mi madre”: Porque una es más auténtica cuanto más se parezca a lo que se ha soñado de sí misma”.

-¿No temes que tu familia y amigos se molesten con algunas de las cosas que comentas en los videos? ¿No te da pudor?

Mantuve en secreto mi ser youtuber hasta que me hicieron mi primera entrevista en radio, y eso fueron meses. Un día me di cuenta de lo agonía que era esconder mi presencia de internet y decidí comunicárselo a mi familia. Pasé mucha vergüenza. Me da cosa pensar que todo lo que digo en mis vídeos pueden verlo. Pero al final si vivo con ese pudor estaría escondiendo partes de mí que no me apetece.

-¿Cómo te definirías para alguien que no sabe quién eres ni qué haces?

Soy una freak que no sé por qué se ha hecho un poco famosa por contar sus miserias y su vida en general en internet. Dicen que soy graciosa y a partir de ahí he dejado de estar todo el maldito día en el sofá tirada y hago cosas. Pincho, colaboro en los medios y ante todo, soy una personalidad de internet.

-¿Cómo ves a la gente de tu edad?

Creo que somos una generación X con smartphones. Veo el mismo nihilismo y la misma filosofía de desesperanza. Puedes pasarte cuatro años estudiando filología hispánica para preguntar a la gente si quiere pepinillo en su hamburguesa. Nos esforzamos el doble para conseguir la mitad de lo que nuestros padres tuvieron. No hay trabajo ni futuro. Lo único bueno que veo es que el arte y el mundo del entretenimiento se empieza a valorar más que antes, y que puede llegar a pagarte las facturas.

-Ahora en serio, ¿cómo llevas que te insulten los haters?

Lo llevo genial. Si te expones en internet tendrás haters ya seas Hitler o Lady Di. En mi humor uso mucho el insulto y la ofensa y los haters son una manera de “entrenarme”. Los comentarios positivos me gustan, pero un comentario hater de la vieja escuela es lo que realmente me llena como persona.

-¿La ironía brilla por su ausencia?

Desde hace unos años vivimos con la moda esta de que todo es ofensivo. Todo esconde una cruel intención detrás. Ya si dices blanco no es solo blanco. Si dices negro no es solo negro. La gente se pasa el día retorciendo las palabras de otros hasta sacar algo por lo que quejarse, que nada tiene que ver con lo que en un principio se ha dicho. ¿Qué cabida tiene la ironía si una parte de la sociedad ni siquiera entiende la no-ironía? Solo la gente suficientemente lista es capaz de no tomarse el mundo tan en serio. Una vez que entiendes eso, entiendes la ironía, el sarcasmo y que el humor es la mejor forma de sobrellevar la vida, e incluso de cambiar las cosas. Soy una persona que no podría vivir sin sarcasmo e ironía. Es una parte clave de mi personalidad y de mi humor. Y tampoco ayuda que use el mismo tono para todo, así que hay que tener esa chispa especial para pillarme, esa visión del mundo irreverente. De hecho, de ahí vienen la mayoría de mis haters: como no entienden mi humor, se toman todo lo que digo en serio y se cabrean conmigo.

-¿Qué hay de persona y qué hay de personaje en tu trabajo?

No hay nada de personaje. Todo lo que veis es real. Me comporto así en mi vida diaria. Últimamente es muy normal que al ver a una persona con personalidad fuerte se piense que es un personaje.

-¿Qué tipo de gente te sigue?

Tengo un target bastante amplio. Me siguen desde niños de 13 años que ven en mí una liberación a su angustia adolescente a adultos de 30 y pico que flipan con mis referencias trash tipo John Waters, Todd Solondz o Hole. Me escribió un profesor de instituto diciendo que ponía mis vídeos en sus clases. En una pinchada en Donosti se me acercó un hombre de más de 50 años y me dijo que a qué hora pinchaba, que quería verme pero su mujer le estaba esperando en casa. Las chicas más guapas y populares que me hubiesen mirado por encima del hombro en el insti me piden fotos. Y con lo que más flipo es con que me siga gente famosa a la que yo previamente admiraba, como Eduardo Casanova, Javier Calvo y Javier Ambrossi, Nacho Vigalondo, Mario Vaquerizo…

-En Youtube está todo lo bueno y lo malo del ser humano.

Por eso me gusta tanto. Entro un día y una persona me comenta que se caga en mis muertos. Entro otro y en recomendados me sale una chica contando como le secuestró su padre. Es una maravilla. Esa parte de youtube es la que me hace seguir confiando en el ser humano.

-¿Qué te gustaría hacer en un futuro?

Mi sueño desde pequeña es hacer cine. Ahora he descubierto otros ámbitos del show business que también me gustan, así que mientras me pueda ganar la vida en este mundo me basta. Pero eso sí, no moriré sin hacer una película a la altura de “Welcome to the dollhouse” o “Female Trouble”.

(entrevista completa, previamente publicada en EL CORREO, aquí extendida)