-LA GRIETA ( Carlos Spottorno y  Guillermo Abril, Astiberri)

Lanzado con olfato de cara a la campaña navideña, “La grieta” es un título indispensable, tanto para amantes del medio como para profanos interesados en una apuesta que recalca que no está basada en hechos reales: son hechos reales. Un viaje a través de las fronteras de la Unión Europea convertido en cómic cuyo aspecto puede despistar, especialmente a los seguidores de las viñetas, dado su evidente parecido a una fotonovela. Sin embargo, roto el prejuicio, estamos ante una obra que sabe aunar con eficacia el fotoperiodismo con la novela gráfica. Un hito en el medio, que bebe de “El fotógrafo” de Guibert, Lefèvre y Lemercier, otra obra recomendable, y se sitúa entre la visceralidad de Joe Sacco y la amabilidad de Guy Delisle, dos nombres esenciales a la hora de hablar de “reportaje en viñetas”. El fotógrafo Carlos Spottorno y el reportero Guillermo Abril han unido fuerzas para trasladar al lenguaje de la historieta su amplio trabajo en revistas, con más de 25.000 fotos y 15 cuadernos de notas. Con un World Press Photo bajo el brazo, han dado forma narrativa a su encuentro con los subsaharianos del Gurugú, el rescate de una patera frente a las costas de Libia, el éxodo de los refugiados de los Balcanes, los tanques de la OTAN frente a Bielorrusia, y los bosques árticos donde reclutas finlandeses buscan sus límites, mientras refugiados afganos y cameruneses llegan con sus maletas desde Rusia en pleno invierno. De plena actualidad, “La grieta” remueve conciencias, pone en entredicho la identidad de Europa y demuestra una vez más que en ningún medio está todo dicho.

-ENTER THE KANN (Victor Puchalski, Autsaider Cómics)

Autsaider Cómics, editorial capitaneada por el dibujante, ahora también editor, Juan Lassalle, alias Ata, una de las cabezas visibles del incombustible “TMEO”, se caracteriza por apostar por propuestas rompedoras que no siempre logran salir de los márgenes del underground. Esta temporada ha logrado llamar la atención más allá del panorama alternativo con el lanzamiento de “Enter the Kann”, de Victor Puchalski, un cómic de acción que muestra una fiereza indomable en su apartado gráfico. La misma casa publicó el divertido “Tokyo Zombie”, de Yusaku Hanakuma, una manera diferente de entender el manga.

-PACIENCIA (Daniel Clowes, Fulgencio Pimentel)

Leer a Daniel Clowes es sinónimo de garantía, no en vano es uno de los autores más influyentes de la pasada década, no sólo en EE.UU., y un nombre esencial a la hora de hablar de cómic independiente de los años 90. Tras cinco años en barbecho ha regresado con fuerza, con una novela gráfica indispensable que demuestra su poderío como artista completo. En “Paciencia” ofrece una obra romántica, repleta de madurez, con viajes en el tiempo ilustrados con maestría. Una obra más optimista de lo habitual en este autor, preocupado por los bajos instintos del ser humano.

-I.D. (Emma Ríos, Astiberri)

El talento de la gallega Emma Ríos traspasa fronteras. No contenta con trabajar para las grandes editoriales norteamericanas, dibujando iconos reconocibles de la imaginería superheroica, afronta sus propios proyectos, entre ellos “I.D.”, una exploración sobre la identidad, enmarcada en una distopía, que ha sido alabada por crítica y público. La ciencia-ficción es uno de los temas que más atraen a esta inquieta artista de carrera imparable que busca respuestas sobre el hecho de “sentirse o no satisfechos con lo que somos o con lo que tenemos”, un tema universal.

-INTRUSOS (Adrian Tomine, Sapristi)

Adrian Tomine es uno de los autores independientes americanos con más tirón entre público no habituado a leer historietas. La sensibilidad de sus viñetas atrapa a lectores de toda índole. El máximo artífice de “Shortcomings” y “Rubia de verano” reafirma sus virtudes en “Intrusos”, una selección de historias cortas que exploran con habilidad nuestras emociones. La construcción de personajes es uno de los fuertes de un dibujante y guionista obsesionado con la soledad y el amor, capaz de transmitir sensaciones sin necesidad de recurrir a efectismos.

-GRAN BOLA DE HELADO (Conchita Herrero, Apa Apa Cómics)

Hay un movimiento imparable en el ámbito del cómic que trata el tebeo como objeto artístico, cuyo lenguaje se fusiona con otras artes, la pintura, el diseño o la ilustración, dando pie a propuestas innovadoras que reflejan el estado boyante de un medio libre que no deja de evolucionar en forma y contenido. “Gran bola de helado”, de Conchita Herrero, es uno de los ejemplos más notables de esta tendencia. Talento joven e indómito que llama la atención por su frescura, que abraza lo experimental con los pies en el suelo y abre vías para la creación artística.

-LAMIA (Rayco Pulido, Astiberri)

Hay talento a raudales por estos lares. “Lamia”, de Rayco Pulido, es sólo una muestra de la sugestiva producción nacional, una incursión en el género negro, con un detective poco convencional, que no deja indiferente, como tampoco lo hace el cómic de denuncia social “Gran Hotel Abismo”, con dibujos de David Rubín y guión de Marcos Prior, un puñetazo a nuestras conciencias. Si lo que apetece es reír, nada mejor que “¿Qué es el humor?”, una recopilación de chistes obra de la tropa de “Orgullo y satisfacción”, sonado ingenio escindido del semanario “El Jueves”.

(texto publicado en el suplemento TERRITORIOS de “El Correo”)