cunia cine comic y otras hierbas

Boyle Millionaire

Archivado en: Celuloide el Miércoles, 25 de Febrero

Pe se llevó un Oscar por su trabajo en la más que discreta peli de Woody Allen, pero que le quiten lo bailao. Nuestro querido Mickey Rourke se quedó con las ganas, va a tener que aumentar la dosis de botox. Una pena, aunque Sean Penn es otro monstruo incuestionable. El que debe de tener una sonrisa perpetua tipo denticlor es el señor Danny Boyle, al que le ha tocado la lotería. Aún no me había dado tiempo a citar por aquí Slumdog Millionaire, la vi la semana pasada antes de los Oscars, para no ir con mucha idea preconcebida, y no me caí de culo, la verdad, más bien todo lo contrario. Es de agradecer que triunfe una película de presupuesto modesto, dentro de los cánones hollywoodenses, pero el último filme del responsable de Trainspotting, de trayectoria tan curiosa como irregular, es ¿una americanada? Un inglés se fue a la India a rodar una película de espíritu USA. La jugada le ha salido bien, pues la cinta casi ni se estrena en los cines, y ahora figura entre las diez más premiadas de la historia de las preciadas estatuillas doradas, pero no estamos, ni mucho menos, ante una obra magna, de quitarse el sombrero.

Slumdog Millonaire tiene buenos momentos, empieza muy Oliver Twist, y complica la trama con el truco del concurso para insuflar energía a la narración y que ésta sea más entretenida. Sin duda, el filme gana enteros con esa apuesta por los flash-backs, la estructura es llamativa, aunque no es difícil adivinar lo que va a pasar en todo momento. No es una mala película, pero tampoco la más increíble de la temporada. De realización más bien atropellada, los personajes se desdibujan a medida que avanzamos en la acción, cuyo ritmo equilibrado -a ratos reposa, a ratos da un buen tirón- es lo más destacable de una propuesta que bascula acertadamente, entre la intriga y el drama social, pero regala al espectador un final bobalicón y un mensaje excesivamente maniqueo. Muy moña, ¿no?

Balls to the Wall

Archivado en: Celuloide el Domingo, 22 de Febrero

Esta madrugada espero que una de las estatuillas doradas, por muy devaluadas que estén, le caiga encima al inmenso Mickey Rourke, un tipo que ya me tenía ganado, pero con El luchador me ha dejado loco. Nunca he comulgado con Aronofsky, ya le puse a caldo en su día AQUI, pero el otrora melifuo realizador pretendidamente moderno ahora se ha vuelto visceral. A ratos, pero visceral. Igual de empalagoso que en sus anteriores trabajos en algunos momentos dramáticos, pero con salpicaduras de sangre y una banda sonora heavy ochentera que me ha tocado la fibra. Se ha dejado de efectismos visuales con la cámara y ha ido al grano, a filmar el despliegue interpretativo de un auténtico monstruo de la gran pantalla que es el alma absoluta de un filme crepuscular que hace sudar el cerebro y golpea el corazón.

En cierto sentido, la propia andadura de Rourke se puede identificar con la singladura del decadente protagonista de El luchador, un tipo que soporta mejor las hostias que le dan en el ring que las que le da la vida. Se agradece que la historia se inicie cuando ya ha caído el mito, que asistamos a su fallido intento de redención, que los ecos del pasado se apaguen secuencia a secuencia y, aunque sepamos en todo momento lo que va a ocurrir, el carisma del genial Rourke nos mantenga pegados a la butaca. El cabrón se come la pantalla. Gratamente sorprendido. Más combates de los esperado, con algún momento G.G. Allin escalofriante. Suena Sweet Child O´mine, mi canción favorita de todos los tiempos en un momento cumbre, y hasta el Balls to the Wall de Accept. Algo ha cambiado en la cabeza de Aronofsky, o se la ha dirigido el propio Rourke en la sombra, que defiende un papel más que hecho a su medida, la figura del antihéroe . Cine musculado a base de Botox y silicona, como la que pasea con elegancia canalla una igualmente inconmensurable Marisa Tomei, que con la edad, que quieren que les diga, cada vez está más canina.

A la salida de la premiere del filme en Madrid me pillaron con John Tones a la salida del pase para que dijeramos unas palabras sobre la peli Compartimos imágenes con Poli Díaz y parecemos el Dúo Sacapuntas Pinchen, pinchen AQUI y lo comprobarán

Believe in Rourke

Archivado en: Palabrería mística el Lunes, 15 de Diciembre

Todavía hay un hombrecillo dentro de mi con un hacha, pero mantengo callado a ese pequeño cabrón

Declaración de Mickey Rourke para Rolling Stone.

Mickey Botox Rourke siempre ha sido un grande, y el que diga ahora que es lo más porque sale en la última del petardo de Aronofsky merece un patadón en el cool es culo ¡Ala!

La lucha continúa

Archivado en: Celuloide el Lunes, 21 de Mayo

Tras degustar recientemente, sin más, Shooter, ese remake encubierto de Acorralado que algo me entretuvo (teniendo en cuenta que la vi, incauto de mi, el día del jubilado en Madrid = yo + 300 ancianos en la sala cuchicheando), pronto atacará las pantallas ¡¡¡JOHN RAMBO!!! Atención al trailer, porque contiene algunas escenas de lo más gore. En esta poco sutil cuarta entrega Stallone parece un cruce entre Mickey Rourke y Hulk Hogan. El botox le sale por las orejas. La película tiene un tufillo a cinta de acción ochentera, pura exploitation, que me retrotrae a la infancia (o debería decir adolescencia). ¿Desaparecido en combate meets Rambo? A-PA-BU-LLAN-TE Esta sí que hay ir a verla el día de cine a un euro para los jubiletas.

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